Matthew Herbert

Género: Blacktrónica, Electrónica, Banda Sonora, Vanguardia. Estilo: Nu-Jazz, Jazz-House, House, Nu-Pop/Rock, Electrónica Experimental, Techno, Música De Vanguardia, Composición Moderna, Arte Sonoro. Característica: Innovador, Experimental, Híbrido, Aventurado, Complejo, Ambicioso, Imaginativo, Samples, Conceptual, Inquietante. Idioma: Inglés. Talento: Compositor, Productor, Arreglista, Letrista, Director De Sello, Pinchadiscos, Programador, Compilador. Instrumento: Teclados, Acordeón, Sintetizador. Otro nombre: Doctor Rockit, Radio Boy, Wishmountain. Grupo: Matthew Herbert Big Band. País: Reino Unido. |
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Uno de los artistas más interesantes de la escena electrónica y uno de los más personales, innovadores y experimentales creadores de blacktrónica. A lo largo de su variada trayectoria, ha indagado en la electrónica de club menos convencional, en la fusión de house y jazz, en el pop lúdico y orquestal y, progresivamente, en una concepción cada vez más vanguardista y minimalista de la música. Ahora bien, junto a una vertiente de su discografía más exigente para el oyente que se acerca más o menos al arte sonoro, ha mantenido otra que, sin por eso caer en lugar común alguno, sí es más accesible o, al menos, más melódica. En cualquiera de los dos ámbitos, no obstante, es uno de los artistas que más ha contribuido a la evolución del lenguaje electrónico y de los que de manera más creativa y singular han empleado las posibilidades de la tecnología.
Por otra parte, la música de Herbert, más que por estilos o géneros, se caracteriza por su filosofía y empleo de sonidos. Ha sido capaz de producir todo un álbum simplemente sampleando comida y sus envoltorios (sin utilizar ni un sólo instrumento); jamás emplea cajas de ritmos (bases electrónicas ya programadas utilizadas frecuentemente por los productores) ni samples de otros artistas; samplea cualquier sonido relacionado con su entorno (el ruido de un coche, alguien leyendo un periódico...) para utilizarlos en sus temas; que concibe sus actuaciones como espectáculos (alguna vez ha salido al escenario acompañado por un cocinero y, mientras este prepara algún plato, el inglés hace música sampleando los ingredientes); y que sabe entretener y cautivar con su música al tiempo que denuncia la situación del mundo (la política bélica e imperialista de los Estados Unidos es aquello contra lo que más insistentemente lucha).
A los cuatro años aprendió a tocar el violín y más tarde el piano. A los siete tocaba en orquestas y coros, desde los trece años ya componía sus primeras obras de música culta y formó parte de la big band de su colegio (con la fue de gira a Suiza con 16 años, descubriendo su interés por la música en directo). Conoce la música concreta y repetitiva en un curso de historia de la música, lo que hace que sea capaz de apreciar tanto un buen tema pop como una suite de Stockhausen.
Un inspirado profesor de música, Pete Stollery, que componía temas de eletroacústica en su tiempo libre, fue el primero que le mostró las grabaciones de la música de Steve Reich y Xenakis, además de jazz clásico, argumentando que debía apreciarse como la música de Beethoven. Esto marcó definitivamente los gustos musicales del joven Matthew. Se familiarizó con los aparatos electrónicos aprovechando que su padre era ingeniero de sonido para la BBC: antes de ir a la Universidad tenía su propio mini-estudio doméstico. Fue en esa época cuando descubrió el sampler, instrumento electrónico del que ha multiplicado sus posibilidades.
Desde que tuvo su Casio CZ-1, él se dedicó a investigar los ruidos, “algunos compran sonidos pregrabados, otros quieren imitar los instrumentos existentes, para mí, lo que es interesante es justamente intentar crear sonidos genuinos con esas máquinas”. Al principio se dedicaba a samplear todo lo que tenía a su alrededor: una botella, papeles cayendo al suelo, una silla arrastrada... Muchos de estos sonidos eran sampleados tantas veces que su sonido original era prácticamente irreconocible. Llegó incluso a producir un tema dance sampleando los sonidos provenientes de desmontar una radio (por entonces producía una música electrónica muy experimental, firmando como Herbert o con alguno de sus otros seudónimos: Radio Boy, Doctor Rockit o Wishmountain).
Esta fijación por hacer música a partir de sonidos creados por él mismo, sin utilizar sonidos preexistentes (sacados de otros discos, o de cajas de ritmos), le ha llevado a redactar un especie de dogma, un manifiesto, llamado PCCOM (PERSONAL CONTRACT FOR THE COMPOSITION OF MUSIC), que tiene cuatro puntos básicos: el uso de sonidos que ya existen no está permitido; replicar los instrumentos acústicos tradicionales no está permitido si existe la posibilidad física y financiera de utilizar los instrumentos reales; la inclusión, desarrollo, propagación, existencia y belleza de lo que comúnmente se conoce como accidentes, debe ser apoyado; la fuente sonora de los temas debe estar relacionada con el tema en cuestión (ejemplo, si es un tema sobre el café, podrá utilizar el sonido de una cafetera, de un grano de café cayendo al suelo...). Incluye un decimoprimer punto opcional: las remezclas deben efectuarse utilizando únicamente los sonidos del compositor del tema original, incluido el envoltorio en el que esté contenido.
Tras editar una serie de sencillos para diversos sellos, ofrecer numerosos conciertos bajo sus diferentes pseudónimos y pinchar por todos los rincones del mundo, comienza su carrera discográfica como Herbert. Estamos en el año 96, en Londres, el sello Phono Records edita 100 Lbs, un álbum de house y techno experimental que atrae la atención de la crítica. Ese mismo año llega también a las tiendas Parts 1, 2 & 3, una recopilación de los tres primeros EPs de la serie 'Parts', a la que debe buena parte de su prestigio inicial.
En 1998 presenta uno de los dos álbumes que han contribuido a revolucionar el mundo del jazz-house: Around The House (Accidental Records), producido a partir del sampleo de los ruidos y ambientes producidos en el entorno doméstico. Supuso la primera colaboración entre el músico y la cantante Dani Siciliano. La cumbre de su primera etapa llega tres años después, con la edición del álbum Bodily Functions (Accidental Records), concebido a partir de los samples de ruidos corporales, una obra esencial que sigue la línea experimental marcada por Around The House, pero que se acerca más al jazz. Entre uno y otro, seleccionó y mezcló los temas de la compilación Letsallmakemistakes (Tresor Records, 2000).
Del 2002 data su espléndido doble álbum de remezclas, Secondhand Sounds (Peacefrog Records), en el que reinterpreta cortes de Nils Petter Molvær, Recloose, Moloko, Blaze, Dzihan & Kamien y Serge Gainsbourg, entre otros. Un año después llega Goodbye Swingtime (Accidental Records), primer trabajo de la Matthew Herbert Big Band. Los temas son el resultado de superponer el sonido de la orquesta y los samples obtenidos a partir de las grabaciones recogidas por el músico durante los ensayos.
En septiembre del 2005 se edita Plat Du Jour (Accidental Records). En este nuevo trabajo lleva su gusto por la experimentación y por el sampleo de sonido reales un punto más allá: combina el entretenimiento propio de la música con la información acerca de los problemas de la alimentación y la conveniencia de alimentarse de manera equilibrada.
Le sigue Scale, editado en Studio !K7 el 30 de mayo del 2006, un maravilloso álbum pop, su obra más accesible hasta la fecha. Ese mismo sello germano reedita en Octubre del 2006 100 Lbs, el primer trabajo del inglés, con un segundo CD que incluye rarezas y temas inéditos. En marzo del 2007 está listo Score (Studio !K7), una recopilación de sus composiciones para cine.
En Octubre del 2008, Studio !K7 y Accidental Records presentan There’s Me And There’s You, firmado como The Matthew Herbert Big Band. El 29 de Marzo del 2010 Accidental edita el sencillo Leipzig, adelanto del álbum One One, en las tiendas desde el 12 de Abril. Este larga duración es el inicio de una trilogía que se completa con One Club (Octubre 2010) y One Pig (Octubre 2011). Ese intenso año incluyó también su participación en la serie Recomposed de Deutsche Grammophon, Recomposed – Mahler Symphony X, que la discográfica alemana publicó el 28 de Mayo.
El 2012 fue un año muy activo en el terreno discográfico, pues propuso el recopilatorio Herbert Complete (Accidental Records); reeditó, con ediciones especiales, sus dos primeros álbumes 100 Lbs y Around The House (Accidental Records, 1998); y recuperó su alias Wishmountain para presentar Tesco (Accidental Records).
Durante el resto de la década, amplió su discografía con The End Of Silence (Accidental Records, 2013); el recopilatorio Early Herbert (Accidental Records, 2013) -selección de los trece primeros temas de Herbert Complete-; The Recording (Accidental Records, 2014); The Shakes (Accidental Records, 2015); A Nude The Perfect Body (Accidental Records, 2016); con las bandas sonoras Fatherland (Caroline International) -creada junto a Karl Hyde, de Underworld-, A Fantastic Woman (Milan Records, 2018), Disobedience (Varèse Sarabande, 2018) y Gloria Bell (Milan Records, 2018); y con The State Between Us (Accidental Records, 2019), tercera y más ambiciosa obra de su Matthew Herbert Big Band.