Entrevista a Michael Reinboth, de Compost Records

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Entrevista a Michael Reinboth
Visito las oficinas de uno de mis sellos preferidos, Compost Records, uno de los pilares de la blacktrónica europea. Además de visitar tan importante lugar, mi objetivo es entrevistar a su fundador y director, Michael Reinboth. Comprar
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¡Mierda! Acabo de despertarme, he mirado el reloj y he visto que son las 11:20. No es que me preocupe levantarme tan tarde, pero es que a las doce, es decir, en cuarenta minutos, tengo que estar en las oficinas de Compost Records y no tengo ni idea de dónde pueden estar. Estoy en Munich y tengo cuarenta minutos para encontrar un ciber, buscar la calle en un mapa de Munich, encontrar una boca de metro (tratar de no perderme) y luego llegar a la calle correcta.

Nada más salir a la calle, me arrepiento de no haber estudiado alemán en el colegio: no todo el mundo habla inglés, así que no es fácil preguntar. Ha habido suerte, enseguida veo un ciber. Ya he ubicado la calle en una zona concreta de Munich y resulta que está al lado de una estación de trenes, así que debe ser muy fácil llegar en metro. Aún así, en momento como estos pienso en lo fácil que hubiera sido prepararlo todo antes, pero bueno, yo soy así, todo lo dejo para el último momento, como si fuera un adicto a la emoción.

Tengo localizada una boca de metro que encuentro pronto, así que ya sólo me falta saber a qué parada de metro tengo que ir para llegar a la famosa estación de trenes. Le pregunto a un joven que está en un puesto de prensa, pero no habla inglés. Aún así le pregunto en inglés, él me entiende, me responde en alemán, y yo le entiendo (o al menos eso creo). Un vistazo rápido al mapa del metro y localizo la parada que me ha dicho el joven.

Pasan unos minutos de las doce y acabo de salir del metro. Encontrar la calle en la que están las oficinas es un tarea fácil comparado con lo anterior. Resulta que Compost Records está ubicado en una calle llena de talleres de automóviles, una de esas amplias calles similares a la de los polígonos industriales, pero más cuidada. Enseguida veo en una ventana el distintivo de Compost Records, así que no resulta complicado encontrar la puerta.

Subo dos pisos y llego a una pequeña sala en la que hay cuatro o cinco jóvenes concentrados en las pantallas de sus respectivos ordenadores: no hay duda, he llegado a las oficinas del sello. Pero con la emoción no me he dado cuenta de que he entrado sin pedir permiso y que ya estoy a escasos metros de un enorme hombre que me saluda, en alemán, claro (todos los demás levantan la cabeza del ordenador y me miran fijamente).

Como no me lo esperaba no sé muy bien qué decir, pero creo recordar que farfullé, en un inglés que no sé como pudieron entender, que yo era el español que venía a entrevistar a Michael Reinboth (es decir, a su jefe). En efecto, no me entiende, así que lo repito pero esta vez pronunciando. Ahora sí, he conseguido comunicarme con él, me señala un despacho interior, acristalado, en el que está Reinboth, el creador y director del sello alemán Compost Records (uno de los más importantes de la escena electrónica internacional) que, como no, también está frente a un ordenador.

Llamo, entro y me presento. Me saluda muy amablemente, me pregunta si quiero beber algo (¡ya lo creo que sí!, no he tenido tiempo para desayunar) y me pide que por favor espere unos minutos mientras escribe unos mails. Termina, nos sentamos en unos sofás que tiene en su despacho y enciendo la grabadora.

Siempre he querido saber por qué el sello se llama Compost Records.
Michael Reinboth: Pues hay muchas razones. Primero, estaba buscando un nombre internacional, y Compost tiene el mismo significado en Estados Unidos, en Inglaterra y en Alemania. Pienso que la sílaba “com” es muy moderna, si piensas en los diez últimos años, con “com” haces comunicación, “computer”, composición, compilar… Pensaba que era muy moderno, y Compost es un fertilizante. Esas son algunas de las razones, por la frescura de cómo suena. Además, estaba hablando con una chica, y le dije que iba a llamar el sello Compost Records, y ella me dijo “ah, Compost, qué interesante”. Porque ella estaba leyendo libros de brujas, y me dijo que hay una convención anual de brujas positivas, que se suele celebrar en Estados Unidos, al que van brujas de todo el mundo, y llaman esa reunión “Compost meeting”. Claro, yo le pregunté que por qué lo llamaban Compost, y me dijo que hay brujas positivas, las que te desean cosas buenas, y brujas malas, y esta reunión es sólo para las brujas positivas. ¿Y sabes por qué lo llaman Compost”. Pues porque en la Edad Media, en muchos lugares, se producían unas extrañas explosiones, en función de determinadas condiciones atmosféricas. Se produce una interacción química, cuando llueve, según la temperatura, y puede explotar. Y eso era mágico, la gente de aquella época, pero sobre todo los que practicaban vudú y brujería, eso no lo podían entender, así que les fascinaba, creían que era mágico. Por eso las brujas positivas llaman ahora Compost a era reunión, por la magia de las explosiones. Así que me dije, “wow”, es un gran nombre para un sello, porque tenemos a todos estos artistas, así que puede explotar.

Y explotó. (El sello tuvo muchísimo éxito en todo el mundo desde sus inicios)
Michael Reinboth: Es un nombre fantástico y mágico, como la música que queríamos hacer. También hay otra razón: había una banda, que fusionaba raggae y funk, que se llamaba Compost, que hicieron dos álbumes en los 70. Pero la principal razón para elegir ese nombre fue que esa chica me dijera lo de la reunión de brujas positivas.

He leído varias veces la misma historia referente al nacimiento de Compost Records: tú estabas pinchando en un club, se te acercó Rainer Trüby y te pasó una demo. Tú la escuchaste y te gustó tanto que decidiste fundar un sello para editarla. ¿Es cierto o una leyenda?

Michael Reinboth: Es más o menos cierto. Estaba en el club llamado Into Somethin’, dos años antes de Compost, en 1991, y conocía a Rainer Trüby, no personalmente, pero a través de mails, sabía que compraba muchos discos, por eso lo conocía. Entonces mi compañero Florian Keller me recomendó que lo contrataramos para pinchar en el club, porque tenía una buena colección de vinilos. Entonces vino a Munich, era la primera vez que él pinchaba fuera de su ciudad. Y entonces cuando pinchó en Into Somethin’, me dijo que con un compañero estaba produciendo varias demos, así que le dije que me las mandara porque yo estaba pensando en empezar un sello. Dos meses después me mandó las demos y yo le dije que estaba bien pero que hacía falta mucho trabajo: intérpretes, grabarlo en un estudio… Le pedí a Jan, de Beanfield (se refiere a Jan Krause), que tenía un estudio, así que lo grabamos todos juntos, yo, Jean, intérpretes de fender rhodes… unas seis, siete personas en el estudio durante una semana. Y así nació la primera referencia de Compost Records.

Imagino que no podías prever el enorme éxito que el sello iba a tener, ¿pero antes de empezar ya tenías pensado, seriamente, dedicarte a la industria discográfica dirigiendo un sello?
Michael Reinboth: Dos años antes de empezar con Compost Records siempre tenía en mente fundar un sello, pero no tenía ni idea de cómo sería eso. Pero después de la primera grabación decidimos hacer un nuevo 12", otro proyecto, que era el de Beanfield, que éramos Jan Krause y yo, y además Jan tenía también otro proyecto llamado Family Tree, que fue el segundo 12". Además, con Rainer Trüby decidí que compilara Glücklich, y yo empecé a compilar la saga Future sounds of jazz. Todo esto sucedió en un periodo de cinco o seis meses, todos los primeros vinilos y las dos primera compilaciones. Los dos primeros vinilos tuvieron mucho éxito en todo el mundo, pero sobre todo en Japón y Reino Unido, allí Gilles Peterson los pinchó mucho, así que el impacto al principio llegó más de Japón y Reino Unido más que de Alemania, donde todavía éramos un poco desconocidos.

Aunque en muchos aspectos Compost Records fue un pionero, ¿al fundarlo tenías en mente algún otro sello que te sirviera de referencia?
Michael Reinboth: No, diría que quería hacer algo diferente de los sellos de hip hop y house. Pero el sonido de Compost era más una fusión de instrumentación real, más que el house o el techno, trabajábamos en otro tipo de música, con más instrumentos, samples y a veces con músicos. Era ir más allá del house, del techno y del hip hop de la época. Mi objetivo era acortar el puente entre la música de club y los músicos.


¿Cómo nació la saga Future sounds of jazz?, ¿y cómo se te ocurrió ese nombre, que luego ha sido utilizado tantas veces para definir ese tipo de música?

Michael Reinboth: Al principio fue un gran nombre, para etiquetar un tipo de música, que tenía un jazz feeling, no tenía por qué ser jazz, pero que tuviera un cierto toque jazzístico. Pero tras varias compilaciones, seis o siete, como eran muy exitosas, de lo más exitoso de nuestra historia, no convenía cambiarlo. Pero claro, era difícil mantener ese nombre porque al final de los 90 había ya muchos sellos editando ese tipo de música. Al principio nos vino bien ese nombre, pero luego ya no era música del futuro, por eso, porque había más música como esa, pero no podía cambiar el nombre porque era muy exitosa, y está bien mantener ese nombre, pero estaba pensando en titular a la próxima Future sounds of jazz…, para que cada uno añadiera lo que quiera tras los puntos suspensivos. Pero creo que fuimos el primer sello que se centró en esta música, diferente de la música de club inteligente. Esta compilación influyó a muchos artistas de Compost Records y muchos otros, y si escuchas las primeras compilaciones verás que la música está volviendo a la actualidad, este tipo de música jazzística de club, relajada y “cool”. También dicen algunos que el acid jazz está volviendo.

Sí, es algo en lo que coinciden varios artistas actualmente.
Michael Reinboth: Sí, quizás. No me gusta el acid jazz mucho, tengo muchos discos, pero hay algunos buenos, es verdad, un 10% es bueno. Pero siempre he preferido el acid jazz con fender rhodes, más funky, pero si lo editara en Compost necesitaría que tuviera un acercamiento más futurístico, con electrónica. Pero hay muchos discos aburridos, especialmente los italianos. Si el acid jazz volviera, creo que debería sonar algo diferente.

Para definir el sonido de Compost Records se ha utlizado más de una vez el término “Phusion”, ¿te gusta el término? (Aquí se produce una confusión: al hacerle la pregunta oralmente, Reinboth creyó que le proponía el término “fusion”, que sí corresponde a un determinado periodo de la música negra, cuando yo me refería a “Phusion”, un nombre que he leído incluso en textos escritos por el proprio sello).
Michael Reinboth: No del todo, porque para mí la era de la fusión es la que va del 75 al 85, en la que Earth Wind & Fire, o grandes nombres como Chick Corea, Herbie Hancock, componían largos temas con solos, electrónica, interludios… Pero si te fijas en la era de la fusión no hay ni un sólo buen álbum, solo grandes temas, pero demasiados solos, en mi opinión. Pero estas bandas y artistas tenían tanto éxito que podían comprarse los mejores equipos, ordenadores, sintetizadores, así que por eso obtenían tan buenos resultados, sobre todo Herbie Hancock. Pero en el lado de Compost, y el nu-jazz, no conozco músicos tan buenos como Herbie Hancock o Chick Corea, y por eso no llamaría nuestra música “fusion”. Si se utiliza el término para referirse a una amalgama de estilos, como música negra, música de club, electrónica, bien, pero es una descripción muy vaga. Ninguna de nuestras músicas tiene una afinidad particular con estos músicos de la era de la fusión.

¿Entonces tú propones algún otro término para describir el sonido mayoritario del sello, o crees que no es posible?
Michael Reinboth: No, sería muy difícil describir la música de Compost, porque cambia constantemente. Somos un sello con un espectro muy amplio. No tenemos barreras, por eso no utilizaría ningún término concreto. Quizá lo utilicemos alguna vez para los distribuidores porque necesitan ponerlo en una sección concreta.

Sí, tengo la sensación de que ha sido en los dos últimos años cuando el sello ha empezado a diversificar su abanico estilístico, que sólo ahora tienen cabida todo tipo de propuestas, mientras que antes era más fácil definir el sonido del sello.
Michael Reinboth: Sí, ha cambiado un poco, pero para ser honesto no es del todo así, porque desde el inicio hemos tenido grupos electro más duros, como Funkstörung, o Terranova, así que ya teníamos ediciones de techno hardcore, o minimal house. Pero este el motivo por el que empezamos la serie Compost Black Label. Era nuestra manera de decir, bien, Compost ya tenía este tipo de vinilos que son más techno. Pero todo depende de lo abierta que sea la mente de los consumidores. Si les gusta Les Gammas o Alif Tree puede que no les guste esto. Y no hay tantas personas con la mente abierta. Siempre hemos sido un sello de amplio espectro, pero quizá ahora lo mostremos más, seguramente por la serie Compost Black Label, y porque seguimos editando a artistas como Alif Tree o Felix Laband. Mi experiencia es que la gente no siempre te sigue. Que cambian la dirección constantemente, siguiendo las modas muchas veces. Así que la gente no sigue cada paso que das. Pero no hay mucha gente con la mente abierta, es un grupo muy reducido, muy muy reducido. Tú probablemente sí seas una persona con la mente abierta, que escucha muchos estilos diversos, veo la camiseta que llevas (ese día llevaba una camiseta sobre el inventor del scratch), sobre el turntablismo, del mismo modo que escuchas otros estilos como el house, el jazz, el funk, el soul…, pero no hay tanta gente así.

Vaya, veo que eres un poco pesimista.
Michael Reinboth: No, conozco la realidad, no es una visión pesimista sino realista. Es así.

En cualquier caso, creo que justamente Compost es uno de esos sellos que muchos seguimos siempre atentamente, independientemente del estilo de cada edición.
Michael Reinboth: Sí, pero por ejemplo las revistas de Inglaterra, especializadas en house o techno, dicen ahora que Compost vuelve a ser un sello de referencia, pero al mismo tiempo los que disfrutaban con Koop, Jazzanova, Alif Tree, no entienden por qué editamos la serie Compost Black Label. Muchos DJs techno no conocen más que Funkstörunk, Terranova o las compilaciones Future sounds of jazz porque tienen algo de techno, pero nada más. Y no es sólo sobre el estilo, sino sobre la energía. Los que escuchan rock, techno o drum and bass, aprecian la energía, iban a las grandes raves… Por ejemplo en España, además de muchas bandas indie con guitarras, hay una fuerte escena de techno hardcore, por eso vender discos de Alif Tree en España es difícil. Y lo mismo ocurre en Alemania. En cambio en Japón son estos los discos que más se venden, alcanzando cifras mayores que en Alemania y España juntos.

Además de Japón, ¿cuales son los otros mercados importantes para vosotros?
Michael Reinboth: Depende de lo que sea. Para el aspecto jazzístico nuestro mejor territorio es y ha sido siempre Japón. Pero depende mucho porque, por ejemplo, Felix Laband se ha vendido mejor en Estados Unidos. Depende de lo que sea. Algunas cosas se venden mejor en Alemania, España, Francia, Reino Unido, Japón… Quizá no se venda tan bien en Italia. King Britt, por ejemplo, no sé en qué territorio se venderá mejor. Pero Japón siempre es un buen mercado, la gente sigue lo que hacemos.

¿Cómo calificarías la situación actual del sello, en lo que respecta al aspecto comercial, en el mercado internacional?, ¿Cómo ves la industria musical en lo que concierne al tipo de música que editáis?
Michael Reinboth: Creo que los últimos años fueron bastante excitantes, porque pusimos en marcha muchas cosas, especialmente las sesiones que hicimos en Alemania. Pero sí es verdad que ahora es más difícil vender discos que hace cuatro o cinco años. El mercado está decreciendo, las ventas están disminuyendo, mientras que las descargas digitales, sí, están creciendo, pero no a un ritmo suficiente como para compensar las pérdidas. Hay momentos poco creativos, otros más creativos, quizá hace tres años fue una época más creativa.

(El teléfono lleva un rato sonando, así que la acabar de responder se levanta y responde. Al poco se sienta tras quejarse de sus problemas de espalda) ¿Qué es lo que podemos escuchar en tus sesiones de DJ? ¿Sueles variar mucho de una sesión a otra?
Michael Reinboth: Depende. Desde luego me gusta pinchar, pero no acepto muchas citas actualmente, porque no tengo tiempo ya, porque soy padre de dos niños, uno de dos años y el otro de cuatro meses, así que prefiero quedarme con mi familia. Pincho más o menos una vez al mes, en las noches de Compost Records. He visto muchos clubes en el mundo, me gustaría ir a Australia o Nueva Zelanda, porque no he estado nunca. Hace dos semanas estuve en Sicilia, tengo otra fecha en Agosto en Bankok, otra en Dubai. Voy a estar diez días en Asia, que es lo máximo que puedo estar lejos de la oficina.

¿Cuales son los estilos predominantes en tus sesiones?
Michael Reinboth: Normalmente es una mezcla de jazzy, temas del Compost Black Label. No pincho muchas cosas antiguas, y si lo hago es boogie, disco de los 80. Pincho mucho disco ahora, new disco, neo disco.

¿Consideras que tus sesiones son un reflejo del sonidel del sello?
Michael Reinboth: Sí, sí, definitivamente. Trato de mostrar que somos un sello de amplio espectro. Trato incluso de hacerlo en sets de una hora, trato de hacer un viaje por el house, techno, electro, hip hop, boogie, soul… No es fácil, sobre todo si pinchas en sitios grandes, pero lo intento, eso es lo que siempre he hecho desde que empecé a pinchar. A veces me contratan en sitios en los que tengo que pinchar cosas más hardcore, pero en otros sitios puedo hacer sesiones más variadas. Depende de si se trata en un club o en un sitio abierto.

Ahora me gustaría hablar con el Michael Reinboth amante de la música, no con el director de un sello. ¿Qué discos te han gustado recientemente?
Michael Reinboth: Esta es una pregunta difícil. Es complicado decir álbum, sino temas, singles… Y lo mismo me ocurre con los álbumes de Compost. Hay uno cuantos temas buenos y lo demás nada. Te podría imprimir mi último playlist para que te hicieras una idea. Me ha gustado mucho el disco de Gnarls Barkley, St. Elsewhere, creo que tienen mucha fuerza. También mis favoritos de todos los tiempos cambian. Uno de mis favoritos es, seguramente, David Byrne, Curtis Mayfield… Me gustan también grupos desconocidos como The Penguin Cafe Orchestra, no sé si los conocerás.

Sí, es uno de mis grupos favoritos.
Michael Reinboth: Aquí en Alemania son bastante conocidos.

Un concierto que creas que nunca olvidarás.
Michael Reinboth: Un concierto de Tuxedomoon, una banda de los 80, creo que fue en el 81, aquí en Munich, en un extraño club underground de aquí. Tuxedomoon era una fusión de new wave y punk. DJ Hell en Gigolo reeditó uno de los álbumes de Tuxedomoon, pero hicieron seis o siete álbumes. Hay muchos discos buenos de ese periodo que descubrir. Así me enamoré de la música. Empecé a comprar discos en ese época, descubrí la electrónica, el primer hip hop, el leftfield, disco… Era una mezcla de influencias de disco, new wave, punk, hip hop, jazz… Estuve en algunos conciertos de Chick Corea y era impresionante lo buen músico que era, pero me parece que acababa por ser aburrido tras un rato, demasiados solos. Me gustaba más Earth, Wind & Fire, que era más funky. Luego, para mi historia, cuando empecé a coleccionar discos y a escuchar mucha música, escuchaba old school hip hop, luego quería los originales en los que estaban sacados los samples, así que compré muchos discos de jazz, funk, soul, luego escuché música negra estadounidense, disco, garage, antes de que fuera llamado house. Y simultáneamente seguía el desarrollo de gente como Norman Jay o Gilles Peterson en el Reino Unido, el acid jazz, los nuevos sonidos de club… Hasta que llegó el acid jazz, no soy un gran fan de ese estilo, algunos discos son buenos, pero muchos son excesivamente retro. Creo que esta música volverá en los próximos años. Habrá un revival, no del acid jazz retro, sino del nuevo acid jazz, como Emperors New Clothes o Pressure Drop. También volverá el boogie de los 80, imagino, una música bonita. Rainer Trüby y Roland Theo están haciendo una compilación de boogie de los 80.

Que se editará en Compost Records, ¿no?
Michael Reinboth: Sí. Empezarán las próximas semanas a compilar. Saldrá al final de año o al principio del que viene.

No tengo más preguntas, si quieres añadir algo.
Michael Reinboth: Pues no sé, depende. Si quieres puedo hacer breves comentarios de las próximas ediciones de Compost Records.

Sí, claro.
Michael Reinboth: (mira entre los discos que tiene encima de la mesa) Esto es Marsmobil, está producido por Peter Kruder y Christian Prommer, aquí en Munich, son los dos de Munich, pero es una banda en vivo, son seis personas en el escenario. Nunca hemos tenido este tipo de música en Compost Records, y será editado conjuntamente por G-Stone Recordings y Compost Records, así que lo hacemos juntos, para darle más fuerza. Son músicos muy famosos y talentosos. Tenemos muchos vinilos que se editan próximamente. Déjame ver la hoja con las ediciones previstas. (Se levanta, va hacia la mesa de su despacho y vuelve con una hoja en la que están escritas todas las ediciones de Compost Records hasta final de año que, por lo que veo, son muchas). Tenemos muchos vinilos que completar en los próximos meses. Tenemos The Nova Dream Sequence, el proyecto de King Britt, el disco de Soil & “Pimp” Sessions

The football EP.
Michael Reinboth: The football EP, sí. Y tenemos otro nuevo subsello de música de club. Además de Compost Black Label, empezamos un nuevo sello llamado Drum Poet Community, junto a Alex Dallas, el que creó Straight Ahead Recordings. Él conoce a muchos talentosos productores. Tenemos un álbum de Karma, que sale en Octubre, un nuevo vinilo de Felix Laband, una nueva compilación de Party Keller, un disco de Jean-Paul Bondy, y dos nuevos 12" de Muallem. Además Peter Kruder está produciendo un vinilo de Compost Black Label.

Con un adelanto de las próximas ediciones de Compost Records acaba la entrevista su director, una de las personalidades clave de la música electrónica de los 90 y de este comienzo de siglo. Me despido de Michael, que más que en el trabajo ya empieza a pensar en el partido que van a retransmitir en unos minutos. Aquí es necesario saber que el día de la entrevista es el 19 de Junio del 2006, cuando todo el mundo, pero especialmente Alemania, vive pendiente del Mundial de Fútbol. De hecho, aprovecho la tarde para ver Munich (una ciudad preciosa), y por donde vaya me encuentro a aficionados de todos los países.

Y aquí os dejo porque una vez que salí del metro disfruté de una ciudad en la que se respiraba un continuo ambiente de fiesta, pero eso ya no tiene nada que ver ni con Compost Records ni con la música.

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