Entrevista a Gabin

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Entrevista a Gabin
Acudimos a nuestra entrevista al dúo Gabin con una grabadora que no funciona, pero nuestros entrevistados, responsables del éxito de nu-jazz Doo Uap, Doo Uap, Doo Uap, se encargan de grabarla y de responder a nuestras muchas preguntas. Comprar
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23 de Febrero del 2006: estamos citados con Gabin, el dúo italiano formado por Max Bottini y Filippo Clary, en su estudio de Roma, pero pocas horas antes nos hemos dado cuenta de que hemos perdido la grabadora. Corremos a la primera tienda de electrónica que vemos, concretamente en Via Cavour, y compramos un MP3 que permita grabar la voz (siguiendo con nuestra buena suerte, en la tienda no tienen grabadoras).

Ya en el metro romano, mientras nos dirigimos hacia la parada más cercana a su estudio, comprobamos que el MP3 ni tan siquiera se enciende. Genial, pensamos, vamos a hacer una entrevista y no tenemos forma de grabarla. Una vez en el estudio esperamos unos minutos al dúo, que ha salido fuera (luego nos enteramos que han ido a ver si Filippo necesita ponerse gafas).

Llegan, nos saludamos todos, les agradecemos su música y entonces nos preparamos para explicarles cómo es posible que hayamos llegado sin nada para grabar. Se lo digo y, en vez de mirarnos mal, empiezan a pensar cómo la podemos grabar. A Max se le ocurre grabarla con su portátil, que tiene micrófono interno. Comprobamos que se graba bien y empezamos la entrevista, pero para entonces ya nos ha seducido su simpatía como anteriormente ya nos había seducido su música.

¿Cómo nace el proyecto Gabin?
Filippo: Nos encontramos…

Max: Nos encontramos justamente en este estudio, hace 10 años.

Filippo: Yo hice una cosa para él.

Max: Él hizo un remix de un proyecto mío.

Filippo: Yo lo conocía a él por fama, porque era un contrabajista muy joven que tocaba con los mejores músicos. Y un día que lo conocí nos vino la idea de…

Max: Probar.

Filippo: De hacer un laboratorio. Pero desde que nos lo dijimos pasaron un par de años, y luego nos encontramos aquí de nuevo y empezamos a trabajar juntos.

Max: Antes de Gabin hemos hecho muchísimas cosas. Gabin ha sido la última parte de todo lo que hemos ello. Hemos hecho muchos remixes para artistas italianos, y también un montón de televisión.

¿Spots?

Max: Spots.

Filippo: Documentales.

Max: Sonorizaciones, cine.

Filippo: También porque teníamos que pagar el alquiler. Y es que, además del placer de hacer cosas por placer hemos hecho muchas para pagar las facturas, vamos.

Max: Filippo fue llamado para ser el DJ residente de un local que se llama La Maison, aquí en Roma. Ya sabéis que cada club hace su propia compilación, y el dueño le pidió a Filippo si queríamos hacer un tema titulado La maison.

Filippo: ¡Fue una idea mía!, fue una idea mía decirle, ya que haces un bello local y te gastas tanto dinero, hagamos la canción. Y él me miró y dijo, “sí, tienes razón”. Una canción toda para ti. Le dije entonces a Max, “hagamos la canción para este local”. Pero la hicimos como en aquella época hacíamos otras 10 cosas, sin pensar. En realidad, después, de esto nació el éxito de Gabin.

¿Fue entonces producto de la casualidad?

Max: Claro, de hecho el nombre de Gabin nació de broma. Como el local se llamaba La maison, de sabor francés. Y del tema La maison hay una primera versión, que está sólo en esa compilación, que es casi igual, sólo cambia el beat, y hay también una voz femenina que cuenta en francés…

Filippo: La filosofía del club.

Max: La filosofía del club. Y como la música tenía un sabor francés, nosotros bromeábamos. Hay un film italiano muy famoso en Italia, con un actor que nosotros amamos, que es Alberto Sordi, y en un film, que no recuerdo como se titula, él hace de un actor que no sabe actuar, y en una escena se mira en el espejo y dice “pero yo en el fondo soy Jean Gabin en joven”. Y nosotros bromeábamos diciéndonos “pero tú quién eres, ¿Jean Gabin?” Cuando nos llamaron los del artwork de la compilación preguntándonos el nombre nosotros nos miramos y nos dijimos. Jean Gabin: Gabin. Nació así.

¿Esto era más o menos el año?

Filippo: En el 2000.

Max: Y fue todo un fenómeno. Las radios se volvieron locas, y nadie sabe quién era Gabin. Por eso nacieron un montón de leyendas metropolitanas, como que si éramos un dúo francés gay. Y nosotros no somos ni franceses ni mucho menos gays. (Ambos se miran y ríen). Pero, dado el éxito de esta cosa, nos miramos y nos dijimos que, ya que desde hacía tiempo trabajábamos para los demás, siempre nos decíamos que por qué no hacíamos algo para nosotros. Comprendimos que esta era la ocasión y nos pusimos a trabajar. Pero también el resto del álbum se hizo casi de broma.

Sí, ya había leído que para vosotros este proyecto era una forma de hacer una música que os gustara a vosotros, sin pensar en su posible tirón comercial.
Filippo: Pero es así.

Max: Absolutamente así.

Filippo: Es así y creemos que esta forma de hacer música, de hacerla sin pensar en tener que hacer un éxito es la única forma de hacer algo nuevo. Si te puede el ansia, y creo que a nosotros sí nos ha afectado un poco el ansia, el ansia del bussines, porque el nuestro creo que es un pequeño gran éxito. Cuando recuperas la serenidad del juego, porque en realidad venir aquí y jugar con la música es el único modo de trasmitir algo. Porque si vienes en estudio y piensas en la forma de hacer el single que sea número uno en las radios… Puede que haya alguien que sea bueno para hacerlo…

Max: Nosotros no. (Ríen)

Filippo: Nosotros no. Pero siempre estamos tranquilos por haber hecho cosas que nos han gustado siempre.

(Max y Filippo acaban de empezar a trabajar en estudios separados, aunque están uno al lado del otro). ¿Por qué habéis decidido trabajar en dos estudios en vez de juntos en uno mismo?

Filippo: Porque discutimos a menudo. (Ríen)

Max: Hemos trabajado durante 10 años siempre aquí, juntos. Ya para el último disco hemos cambiado un poco la forma de trabajar. Él ha preparado algunas cosas en casa, yo también con el portátil, y luego nos hemos juntado en el estudio. Ahora, para este tercer disco hemos decidido crear dos estudios completamente separados. Él está aquí y yo justo en el de al lado. Y es muy útil, porque ya en la fase inicial no tenemos que mediar por fuerza. Porque ya para explicarse una idea es difícil. Por tanto, nos hemos separado para que cada uno desarrolle el trabajo y luego, llegado a cierto punto, trabajamos juntos.

Filippo: La posibilidad de expresarse los dos al 100%. Ya en el anterior disco habíamos probado esto y nos da la posibilidad de sacar fuera cada uno su parte.

Max: Y luego de trabajar juntos, claramente.

Filippo: Y luego de trabajar juntos. Y además, seguramente, desde que hemos empezado a trabajar juntos hay una evolución. Hay cosas que han cambiado, ya sea como dúo o individualmente. Por tanto, está claro que se ha convertido en una necesidad estar sólo. Pero estar sólo no quiere decir separarse, estar sólo en una estructura que permite…

Max: Confrontarse rápidamente.

Filippo: De decir, escucha lo que estoy haciendo. Porque hay un crecimiento. Necesito poner mis cosas, el ordenador, mis discos, como quiero yo. Y justamente cuando se está juntos, ya el espacio es pequeño.

Max: Como una pareja, de trabajo. (Ríen)

Filippo: Por tanto, es importante. De hecho, media hora antes, nos hemos dicho: ha sido necesaria la separación para poner en orden los estudios. Porque estaba todo desordenado…

Max: Todavía ahora (ríe)

Filippo: Todavía ahora. Pero imagina antes…

Max: Antes era verdaderamente…

Filippo: Y decíamos, un día haremos nuestro estudio con las luces bien colocadas…

Max: (Se pone a reír al mirar cómo están las luces instaladas de forma casera, con el haz de luz definido utilizando la forma de las finas bolsas de papel de los CDs, que tienen un agujero circular en el centro) ¡Con las carátulas de los discos!

Filippo: Nos hemos separado y él está cuidando bien su sala, y yo estoy haciendo la sala como me gusta a mi. Por tanto, efectivamente, cada uno debe crearse su espacio…

Max: Además tenemos los ordenadores en red, por tanto podemos intercambiarnos los archivos rápidamente. Así que es mejor.

Filippo: Quiero decir que hay un crecimiento, una evolución, y esto se nota entre el primer y el segundo disco. Hay un movimiento, no tenemos miedo de abandonar las cosas viejas. Por tanto, creo que, hoy que estamos a punto de iniciar el tercer disco, seguramente nos pone en una cierto estado de nerviosismo por el nuevo disco, pero también en una especie de excitación porque ya sabemos que será diverso del primero y del segundo.

Entonces no es que uno de vosotros, a la hora de componer, esté especializado en algún aspecto determinado.

Filippo: Cada uno de nosotros tiene sus propias cualidades, pero somos intercambiables. A veces él hace el DJ y yo el músico. Por tanto, en realidad, nuestros roles se mezclan.

Max: Al inicio nuestros roles estaban mucho más definidos. Luego, con el tiempo, uno aprende del otro…

Filippo: Nos hemos conocido.

Max: Yo he aprendido mucho del modo que tienen los DJs, en general, él… Y viceversa.

¿Podéis avanzarnos algo del tercer álbum?

Filippo: En la cabeza, yo muchas veces tengo la lucidez de tener canciones. Luego, cuando vengo aquí, la cosa cambia. Por tanto, es lo que decía Max, lo tienes en la cabeza pero luego cambia.

Max: Yo también tengo alguna idea. Ya nos hemos confrontado con alguna idea en común. Pero luego la experiencia nos ha enseñado que hay que poner las cosas en práctica y escuchar. Mañana tenemos, por ejemplo, otra reunión con nuestro gurú de los ordenadores…

Filippo: ¡Exacto!, por ejemplo, en lo que a mi respecta, aunque la tecnología ayude mucho a nuestro tipo de producciones, yo, normalmente, cuando hacemos las actualizaciones, los cambios, me siento ansioso. Porque han inventado programas que lo hacen todo, hay teclados, plug-in… Y estudiar es algo que me hace sentirme ansioso, porque te roba mucho a la creatividad. Yo ahora estaba leyendo las instrucciones cuando en realidad me hubiera gustado más hacer algo enseguida. Y sin embargo estoy aquí estudiando y eso me pone ansioso. Por eso la tecnología la afrontamos de manera más parsimoniosa.

Max: Yo de hecho no leo los manuales, prefiero probar a ver qué sale, por libre. Luego, claro, si me quedo bloqueado, pues tengo que leer. Pero existe ese riesgo de ser absorbido por la tecnología, cuando en realidad hace falta usarla.

Filippo: En realidad, tanto en nuestras composiciones y grabaciones hay siempre una mediación al 50 %, que también en vivo es al 50%. Por tanto, no es todo tecnológico, casi todo es interpretado. Hay también samples que muchas veces robamos de manera honesta. Y muchas veces nosotros mismos nos auto-sampleamos.

Max: La cosa diversa es que se propone la misma situación que en el primer disco. Hicimos el disco por juego, porque no teníamos contrato. Y en este momento es así, porque hemos roto el contrato con la Virgin Records. O mejor dicho, la Virgin Records no nos ha renovado el contrato. No entramos en polémica porque sería absurdo.

Filippo: No obstante…

Max: No obstante, el disco ha tenido un gran éxito en el mundo. No tanto de ventas, porque nosotros somos de todas formas un grupo que hace ciertos números, no hacemos números…

Filippo: Millonarios.

Max: De los Black Eyed Peas. Pero vendemos en el mundo, Estados Unidos incluido. Pero esta vez tenemos temas del álbum incluidos en producciones cinematográficas muy importantes. Tenemos un corte en Los cuatro fantásticos, en Monsters in love, con Jennifer Lopez y Jane Fonda. Tenemos otros temas en un telefilm estadounidense muy conocido. Tenemos hasta tres temas diversos en juegos de la Play Station.

Filippo: La Pantene en Estados Unidos.

Max: Y a pesar de esto la Virgin Records ha decidido no renovarnos el contrato. También porque en los últimos años habían nacido ciertas desavenencias. Además han cambiado los directores artísticos. Entonces estamos en la misma situación que en el primer disco. Por tanto, en cierto sentido, nos da miedo, pero también, un poco, nos gusta. Nos gusta en el sentido que ya otras casas discográficas nos han llamado para ofrecernos un contrato. Pero hemos decidido no firmar con ninguna. Hemos decidido hacer primero el disco y luego ver qué sucede. Por eso esto quizá pone en común esta tercer producción con la primera. Quizá sea el modo justo de hacer un disco, sin la presión de la casa discográfica, que te pregunta para cuando estará listo el single…

Queríamos justamente preguntaros cómo es posible que un grupo como vosotros, al margen de la industria, trabaje con una multinacional. ¿Cómo es la relación?

Max: Sí, de hecho ha habido problemas. Porque ellos se han movido justamente por el éxito. Nuestro éxito, podemos decirlo sinceramente y honestamente, es todo mérito nuestro, de muestra música. Porque la casa discográfica ha hecho 0, no ha hecho nada.

Filippo: Se ha movido sólo cuando ha llegado el éxito. Pero eso lo hacen todas, lo hacen todas ahora. Ninguno cree ya…

Max: En la inversión.

Filippo: En lo que se hace. Por tanto se producen sólo las canciones que tienen éxito. ¿Pero cuales son las canciones que tienen éxito si nos se escuchan? Por eso en Italia desde hace tiempo no se firman grupos. Se hace un single, y si tiene éxito se hace el disco. Pero parece que es así en todas partes. Cuando estuvimos en España, hablando con el delegado de Virgin Records, nos dijo que allí ocurría la misma crisis. De hecho, aquí en Roma, una cosa muy grave, la EMI (propietaria de Virgin Records) ha cerrado sus oficinas. La oficina histórica de la EMI que estaba aquí en el centro de Roma ya no existe.

Max: Está sólo en Milán.

Filippo: Por tanto, si nosotros hubiéramos sido hoy artistas de Virgin Records, no tendríamos nadie con quién hablar.

Max: Pero esto es ya un gran sinsentido. La política de esta empresa ya no la hemos comprendido a un cierto punto. Y es que el 70% de los artistas de Virgin Records de éxito viven aquí a Roma, y han cerrado las oficinas de aquí. No se entiende. Está claro que, además, el problema de relacionarse con una major, a nosotros nos ha hecho sufrir mucho. Porque no tienen ni idea de trabajar este tipo de música. Estás acostumbradas a trabajar el Pop, que tiene otros canales, otros métodos. Nosotros cuando hemos hicimos el primer disco, propusimos editar 500 White label copy de vinilos de Doo uap, doo uap, doo uap. Nos miraron como si estuviéramos locos.

Filippo: (Señalando un vinilo que tienen colgado en la pared) Ese de ahí. El nombre de Gabin lo hemos puesto nosotros a mano.

Max: Lo hemos puesto a mano, uno por uno. Nos miraron como si estuviéramos locos. No lo querían hacer, se lo hicimos hacer por fuerza. Nosotros, con la ayuda de nuestra mánager, lo distribuimos.

Filippo: Y ese ha sido el éxito.

Max: Después, gracias a esos vinilos hemos cerrado todas las licencias en todo el mundo.

Filippo: Hubo unos DJs en Alemania que lo escucharon…

Max: Ya sabéis cómo funcionan estas cosas, lo escucharon y preguntaron a la Virgin Records quién éramos nosotros. Por tanto, no tienen ni idea de cómo se trabaja Está claro que para nosotros sería mucho mejor trabajar con una independiente. Pero luego hemos tenido un éxito no de independiente… por eso es un poco extraño. También por eso hemos decidido no firmar con nadie todavía. Como no sabemos qué disco vamos a hacer. Puede que el próximo disco sea de canciones turcas.

Filippo: Puede que nos volvamos locos y el próximo disco sea de instrumentales de flauta. Pero vamos, será música cálida, dudo que hagamos un disco de heavy metal.

Max: (riendo) Nunca se sabe. A mi de pequeño me gustaba. Lo que sí que sabemos ya, la única novedad de este disco es que tendremos una cantante fija. La característica de nuestros discos es que tenemos cantantes diversos, Finalmente hemos encontrado una cantante estadounidense muy buena, que además vive aquí en Italia, que está ahora con nosotros en los directos. Le hemos propuesto que se convierta, no en integrante de Gabin, pero sí en miembro oficial del tercer disco. Eso no quita que si sale alguna colaboración, la haremos, pero ella será la principal vocalista. Mia Cooper se llama, de New Orleans, muy buena, de color, buenísima.

Hace tiempo, cuando empezamos a conocernos, yo le mandé el tema vuestro Je t’aime.

Max: ¡Ah!, ¿a ella?

Sí. Y le ha gustado mucho la voz de…

Max: Del gitano (Joseph Fargier).

Sí. Y queríamos preguntaros cómo contactasteis con él.

Filippo: Y cuando le mandaste la canción Je t’aime, ¿empezasteis luego la relación?

Sí, funcionó, gracias a vosotros.

Max: No sois la primera pareja, ¿sabéis? En Rusia conocimos a una pareja que hasta se había casado por muestra música. Podríamos abrir una agencia matrimonial.

Filippo: Con el primer disco se casaron y con el segundo se divorciaron.

Entonces igual con el tercer disco vuelven a estar juntos.

Max: Pues, en efecto, el cantante nos lo mandaron.

Filippo: Del cielo.

Max: Bueno, en realidad nos lo mandó nuestro abogado. Él necesitaba hacerse una prueba de voz. Vino al estudio e hicimos esa prueba en una tarde.

Filippo: Dijo, “perdonad, necesito urgentemente una tarde con vosotros”. Le dijimos que no teníamos tiempo pero nos dijo “por favor, por favor…”. Un domingo.

Max: Vino, hicimos esta prueba y nosotros nos quedamos impresionados por su voz. Luego lo hemos vuelto a contactar y le pedimos que viniera al estudio a hacer esto con nosotros.

Filippo: Él tenía la capacidad de cantar al estilo gitano, pero como hacen los negros con el soul. Tenía su propia alma. Ahora está en América, está haciendo un disco. Nos hemos perdido un poco la pista, pero él de vez en cuando lee sobre nosotros en Internet y nos llama: (imitando el acento gitano) “Bravi, bravi, bravi” (palabra italiana intraducible literalmente, pero que significa, en este caso, “buenos”).

Max: Es una persona encantadora. Pero es un gitano auténtico, es alguien con el que no se puede contar.

Filippo: Hoy está y mañana no. Un día está en América, lo llamas y te dicen que está en París.

Max: Es un nómada.

Un disco reciente que os haya gustado mucho.

Filippo: Un disco que me ha gustado mucho, no sé…

Max: A mí me ha gustado mucho Musicology, de Prince.

Bueno, yo me refería a un disco un poco más reciente.

Max: Pero Musicology, de ¿cuando es?, ¿del año pasado? Pues te debo decir que no hay ningún disco que me haya enloquecido mucho, por desgracia.

Filippo: (que entre tanto ha sacado una bolsa llena de discos y los repasa uno a uno) A mí me ha gustado mucho Elements of life, de Louie Vega. Me gusta cómo fusiona la música latina con la elegancia del house. Me gusta también mucho Boozoo Bajou.

Max: Boozoo Bajou me gustan también a mi. Pero debo decirte, sinceramente, que hay muchas cosas que me gustan, pero nada que me haga decir, ¡Oh! No sé si es un problema mío, empiezo a preguntármelo (se ríe).

Filippo: Es que en la escena dancefloor, de un cierto tipo, contaminada por la música brasileña, soul, jazz, blues, hay tantos títulos que, si tu pregunta es el disco que te hace enloquecer, pues es verdad que ya no hay ninguno. Ya no hay esos álbumes como hace tiempo, cuando tú tenías tu vinilo, que escuchabas íntimamente con los cascos y cuidado si alguien te lo tocaba. Pero seguramente escuchar otras realidades, que hacen tu género, u otras cosas similares, es bueno para comprender dónde te encuentras.

Max: El año pasado me gustó el disco de The Brand New Heavies (All about funk). Me gustan algunas cosas del último disco de Madonna (Confessions from a dancefloor). Estaba dicendo a Filippo que me gustan mucho los Coldplay. Esto es algo que nunca me hubiera esperado. Reconozco que tienen una personalidad fortísima, son muy reconocibles, él canta muy bien. Pero, sí, ya no hay nada como… Yo recuerdo cuando era joven, los discos de los Pink Floid, que lo escuchaba todo el tiempo con los cascos. O también los discos de Weather Report, los discos de Miles, cuando volvió en los años 80.

En cambio, ¿un disco clásico?

Filippo: Yo pienso en cosas clásicas, Burt Bacharach, Henry Mancini, Frank Sinatra... Está este fenómeno que es Michael Bublé, que todos enloquecen, pero la gente no sabe que ya Frank Sinatra, o cualquiera de la época, de Dean Martin a Sammy Davis Jr, cualquier disco suyo es muy superior. Por tanto, escuchar un buen disco de Frank Sinatra, te levantas la mañana y… En cambio, si pongo el disco de Louie Vega, es agradable, pero.

Max: Es como si pones el disco de Gabin. Es agradable pero nada nuevo (ríen).

Filippo: Nada nuevo. Es lo que decía, hay un gran camino para hacer música que perdure en el tiempo. La música buena ya ha sido inventada. Nosotros lo único que hacemos es jugar con la música. Los buenos discos ya han sido escritos.

Un concierto vuestro que nunca olvidaréis.

Max: Para mí, la primera grata sorpresa, fue en Sofia, en Bulgaria. Llegamos por la tarde al teatro, grandísimo, y me dijo Filipo, “¿pero no se habrán equivocado”. Porque era un teatro enorme, de 5000 asientos, pero butacas, las de los teatros antiguos. Y claro, yo le decía a Filippo: “ya verás como está noche está toda vacía”. Y sin embargo se agotaron las entradas. Fue una bella sensación.

Filippo: Y otra vez, me acuerdo, sucedió algo bastante desagradable, que sucedió en…, ya te decíamos que nuestros conciertos tienen un 50% de tecnología, hubo un apagón de corriente.

Max: En Varsovia.

Filippo: En Varsovia. Y las secuencias que iban con los ordenadores fallaron, en un momento dramático. Porque en el primer Tour, nuestro problema a propósito de Je t’aime, como no nos podíamos llevar al cantante, entonces, estaba el visual con una persona cantando Je t’aime, pero en realidad la voz venía del ordenador.

Max: Nosotros explicábamos que, normalmente, lo que se hace es tocar a partir de unas bases grabadas. Pero nosotros en cambio, para esta canción, lo explicábamos, tocábamos a partir de la voz grabada.

Filippo: Con imágenes, con el visual. Muy bello. Está claro que ya el impacto de que no haya un cantante, efectivamente, el rendimiento en el escenario nos dábamos cuenta de que era menos del 50%, porque además, uno que canta Je t’aime, lo quieres ver. Además, al empezar la canción, a los pocos minutos enloquecen los ordenadores, y la gente imaginó que nosotros tocábamos todo en playback. Luego reiniciamos y volvió a suceder, fue una situación muy desagradable.

Max: Luego al final, hemos retomado el concierto con aplausos, pero esos dos minutos fueron de los más desagradables de nuestra vida.

Filippo: Sobre todo porque para reconquistar la noche, la credibilidad de que interpretábamos en vivo, aunque con la ayuda de la tecnología, se necesitó tiempo. Pero claro, fue una enseñanza, porque nos dimos cuenta de que una cantante en el escenario sirve. Por eso la exigencia de una cantante que esté siempre. Por eso la exigencia de Mia Cooper, una cantante que te representa en el escenario y también en el disco.

¿Cómo son vuestras sesiones de pinchadiscos?

Filippo: Es algo bastante ecléctico.

Max: Aunque no hacemos mucho ahora, porque preferimos dar una nueva imagen más cercana al live.

Filippo: El DJ set es una forma de interpretación, es una vitrina, es como si tuvieras que mostrar a los demás de dónde vienes. Haces una selección musical de lo que te gusta, pero no estás obligado a poner tus cosas. Muchas veces Max y yo discutimos porque él dice “no, vamos a poner sólo cosas nuestras” (Max ríe). El DJ set es decir, “pero tú, en casa, ¿qué es escuchas?, pues haznos escuchar lo que pones en casa”. La interacción entre Max y yo es pinchar lo que nos gusta más. Es, por tanto, un viaje. Sabemos de dónde partimos pero no dónde llegamos. Yo soy siempre soy DJ y continuo a hacer sets, pero debo decir que el entusiasmo del live es fuerte. A mi me gusta mucho poner discos y lo hago, pero ver a un público que viene a ver tu música live tiene su efecto.

Max: Sí, es muy divertido, sobre todo para nosotros.

Filippo: Sí, el dancefloor a mi me gusta mucho, pero cuando ves a unas personas que cantan tus caciones, que se entusiasman a las primeras notas de una composición tuya…

Max: Es placentero.

Filippo: Es placentero que no sea Louie Vega. Porque cuando pinchas un tema de Louie Vega, la gente dice “oohhhhhhhhh”, pero da gusto que hagan eso mismo pero por una canción tuya.

En este punto damos por terminada la entrevista, porque no queremos entretenerlos más. Les damos de nuevo las gracias por tan buena música y les deseamos suerte para el tercer álbum, que ya estamos esperando impacientes. Mientras Max graba el CD con la entrevista, Filippo nos hace el regalo de la tarde: escuchar en primicia un tema que han producido para Pat Appleton, la cantante de De-Phazz, que estará incluido en el álbum de la cantante, que aún no tiene fecha de salida. El tema es tan alegre y bailable como Doo uap, doo uap, doo uap o Into my soul, es decir, otro éxito seguro, pero con un toque brasileño más notable que habitualmente.

Además, escuchamos, también en primicia, un magnífico remix (muy dancefloor, como diría Filippo), que acaban de producir de un tema de Julien Jabre, perteneciente a un vinilo (que nos regala), que todavía no había salido a la venta en el momento de la entrevista. Les preguntamos por los varios carteles enormes escritos en ruso que tienen colgados en sus estudios, y Max nos responde, no sabríamos decir si en serio o si se trató de otra de sus bromas, que es que en Rusia son muy conocidos, que no pueden caminar por la calle. Nos despedimos y quedamos para comer una paella antes de alguno de sus próximos conciertos en España.

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