Acid Jazz Records

Género: R&B. País: Reino Unido. Tipo: Independiente. |
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Discográfica de Londres creada en 1987 por Eddie Piller y Gilles Peterson. Es una de las pocas que pueden presumir, al mismo tiempo, de haber dado nombre a un estilo y ser su máximo referente, con Motown Records como caso paradigmático. Todo comenzó a finales de los 80, cuando Gilles Peterson estaba pinchando en el londinense Dingwalls club, evento que compartía los domingos por la tarde con Patrick Forge.
Según la leyenda, pues existen múltiples versiones y resulta complicado saber cual es la verdadera, Peterson puso un tema de Mickey and the soul Generation, y Chris Bangs se acercó al micrófono y dijo “si eso era acid house, esto es acid jazz”. Y así nació el nombre de lo que por entonces era una escena ―el movimiento rare grooves del Reino Unido―, pero pronto sirvió para denominar a un estilo. Otras versiones aseguran que fue el propio Peterson quien dio con el nombre, pero poco importa si fue o no así, dado que, en cualquier caso, él fue uno de los principales responsables de su difusión como etiqueta y de su popularidad como estilo.
Tras asociarse con Eddie Piller, que hasta entonces había ejercido de representante de The James Taylor Quartet, y con la ayuda de Dean Rudland durante los primeros años, Gilles Peterson supervisó la grabación del primer siete pulgadas, Frederic Lies Still, de Galliano, la banda de Rob Gallagher. Durante el resto de los 80, el sello publicó también referencias de Brother Davies Miles, A Man Called Adam, Johnny Dayglo, The Jazz Renegades, The Last Poets, The Quiet Boys, Layzee Muthas y The Brand New Heavies, entre otras propuestas.
Por entonces no estaba muy claro qué era exactamente eso del acid jazz, pero pronto se convirtió en una de las mayores sensaciones de la escena de clubs en materia de música negra. Una fusión de jazz, funk y música dance, que sonaba a funk y soul más que a otra cosa, pero que, según en el artista, estaba más o menos cercano al house, al rap, a la música latina, al pop... Para muchos fue una etiqueta más que un estilo, pero lo seguro es que comercialmente fue un éxito.
Durante los 90, gracias a los discos de The Brand New Heavies, Corduroy o The James Taylor Quartet, llegó a vender cientos de miles de copias, superando los números de majors con mucho mayor poder de promoción. Por entonces, todo lo que tuviera mínimamente que ver con el estilo se vendía empleando la marca ‘acid jazz’. Verve Records llegó incluso a editar recopilatorios de algunos de sus clásicos presentándolos como “las raíces del acid jazz”.
Night Trains, Snowboy, The Beaujolais Band, Piece Of Mind, Terry Callier, D'Influence, New Jersey Kings, Mother Earth, Vibraphonic, Raw Stylus, The Ulf Sandberg Quartet, Emperors New Clothes, Cloud Nine y Mister Exe fueron sumándose al catálogo durante los 90, e incluso editó el primer EP de Jamiroquai, When You Gonna Learn (1992). La saga de compilaciones Totally Wired contribuyó a popularizar el estilo, además de otros muchos recopilatorios centrados en estilos o en la escena acid jazz de un determinado país.
A mediados de los 90, Acid Jazz era uno de los más exitosos independientes del Reino Unido, pero ese estatus no iba a durar mucho. Para empezar, tras tres años implicado en el proyecto, Gilles Peterson certificó la (prematura) muerte del acid jazz y dejó el sello para, junto a Norman Jay, crear Talkin’ Loud gracias a la financiación de Mercury. A Eddie Piller le fue bien como director en solitario durante la primera mitad de la década, pero esa fácil comprender que, independientemente de su discutible gestión, fue una víctima de su propio éxito.
Durante la segunda mitad de los 90, los fichajes de grupos y artistas fueron cada vez menos frecuentes y afortunados y las cifras de ventas fueron disminuyendo drásticamente. La situación económica de la discográfica empezó a empeorar, cosa que Eddie Piller trató de solventar vendiendo las licencias de su catálogo a otros sellos, que editaron entonces recopilatorios de dudoso interés y muy poco cuidados. Todas esas ediciones de saldo en otras discográficas, unidas a la falta de publicaciones interesantes por parte de Acid Jazz Records, pues sólo Akimbo logró algo de repercusión a finales de los 90, provocaron que el estilo se devaluase y, en última instancia, perdiese prácticamente toda su fuerza comercial.
Con la llegada del siglo XXI, la criatura de Eddie Piller seguía atravesando un lento declive. El acid jazz era de nuevo un fenómeno underground pasado de moda, las propuestas más destacadas ya no estaban en activo o habían cambiado de discográfica hacía tiempo, y todo lo que podía ofrecer el sello era un enésimo recopilatorio con los clásicos de siempre. Publicó música de Ce Ce Rogers, Smoove, Andy Lewis, The Detroit City Council, Alice Clark, Speak Low, The Third Degree, The Filthy Six, The Moons o Twisted Tongue, y aunque algunas de estas referencias son interesantes, los amantes de la música negra, incluso los más entusiastas aficionados al acid jazz, llevaban años siguiendo más atentamente otras discográficas.