2003: Fade To Black - Pat Paulson y Michael John Warren

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Fade To Black - Pat Paulson y Michael John Warren
Pat Paulson y Michael John Warren.
FADE TO BLACK.
Distribuidor: Paramount Classics.
Año: 2003.
País: Estados Unidos.
Género: Documental Musical.
Categoría: Película.
Género musical: Hip Hop.
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El 25 de Noviembre del 2003 tuvo lugar un acontecimiento para la historia del hip hop: Jay-Z actuó en el Madison Square Garden. Era la primera vez que un MC actuaba en la conocida sala neoyorquina. Este concierto se vendió como un hito para el género, como la ruptura de una barrera más en pos de su popularidad. Bueno, al menos así es como lo quiso vender ‘Hova’, que se preocupó por presentarlo como un acontecimiento histórico para la cultura hip hop.

Así pues, no era Jay-Z en el Madison Square Garden, sino el hip hop en el Madison Square Garden. Evidentemente, el prestigio y la popularidad asociada a un directo de esa magnitud se las llevaba él, pero fue astuto al conseguir implicar a toda la escena hip hop, en erigirse como representante del estilo. Con el paso del tiempo, este concierto pierde fuerza, pierde el carácter de hito, y el mismo Jay-Z volvió a ese mismo escenario, pero a finales del 2003 fue un acontecimiento tan importante que incluso mereció ser inmortalizado en el film que nos ocupa: Fade to black.

Lo primero que debo afirmar respecto a este largometraje es que se estrenó en salas comerciales únicamente debido a la popularidad de Jay-Z. Ser un artista que vendía millones de copias de sus álbumes y que, encima, había anunciado su retirada tras la edición de The Black Album (2003), fue lo que propició que Paramount Classics quisiera distribuir este documental.

Sin embargo, su factura, su interés cinematográfico, es pobre. Hacerlo pasar por un film, cuando, en el mejor de los casos, debía ser un DVD musical de la modalidad “directo grabado”, fue un atrevimiento por parte del estudio hollywoodiano. Lo que ofrece son fragmentos del concierto que tuvo lugar en el Madison Square Garden, escenas filmadas durante la grabación de The Black Album y, como pobre complemento, imágenes aéreas de Nueva York. Ni material de archivo, ni entrevista a Jay-Z (sólo una voz en off que aparece de tanto en tanto y que aporta poco), ni nada que nos acerque a su figura, así que, como mucho, el metraje adicional a la actuación podía aspirar a figurar como extra en un DVD.

Los realizadores, Pat Paulson y Michael John Warren, para escapar de la simple captura del directo, intercalan una suerte de “cómo se gestó The Black Album” grabado en el estudio, pero más que contextualizar o enriquecer la filmación del concierto, lo que hace es romper el ritmo. En algunos casos, el montaje es inteligente y pasan bien del Madison Square Garden al estudio, pero en demasiadas ocasiones hubiera sido mejor un planteamiento lineal. Además, nos escamotean las imágenes con los ensayos de la actuación, aunque en eso tendrá mucho que ver, seguramente, las reticencias de Jay-Z a ser pillado ensayando.

Viendo Fade to black, da la sensación de que lo único que hizo el MC fue andar de un sitio para otro y saludar a algunos de sus invitados, que subió al escenario sin haber ensayado nada. Él insistió en más de una entrevista en que apenas si hubo ensayos, pero ante un acontecimiento tan importante para su carrera, en el que intervino una banda de acompañamiento y más de una veintena de invitados, resulta difícil pensar que no estuviese todo milimétricamente calculado. Otra cosa es que hubiera margen para la improvisación.

Si las escenas captadas en el estudio resultan endebles y hasta aburridas (salvo cuando vemos a Jay-Z rapear o hablar con sus productores), el concierto está filmado con todo lujo de medios y bien montado, cosa que se agradece. Eso sí, la realización otorga un gran protagonismo al público, al que vemos en casi un tercio del metraje, lo que tiene una intención muy clara: mostrar su alto grado de implicación, sus ganas de bailar, de sonreír, de moverse, de cantar las letras. Es una manera más de evidenciar la adoración que miles y miles de personas sienten por el artista que nos ocupa.

En lo que respecta a la música, aunque posiblemente no sea el concierto por el que Jay-Z debe pasar a la historia, es recomendable. Verle rapear es siempre un espectáculo y si encima repasa algunos de sus temas más emblemáticos, es lógico que el directo sea muy resultón. Pero él es únicamente una pieza, porque, precicamente para reforzar la impresión de que esa era la noche del hip hop, no sólo la suya, invitó a algunos de los nombres más destacados de la escena, junto a varios MCs amigos (la mayor parte, asociados a su sello, Roc-a-Fella Records).

Por el escenario del Madison Square Garden pasaron divas como Missy Elliott, Mary J. Blige o Beyoncé (recuperando su hit Crazy in love); los MCs Memphis Bleek, Beanie Siegel, Ghostface Killah o Slick Rick; su compañero en The Best of Both Worlds, R. Kelly; y, como banda de acompañamiento de lujo, miembros de The Roots liderados por Ahmir Khalib Thompson presentándose como los Illadelphonics. Resultan más interesantes los temas interpretados con el grupo, porque la instrumentación los dota de nueva vida, ofrece una nueva sonoridad, pero Jay-Z también saca partido del más sencillo formato MC(s) + DJ.

El directo no es muy revelador acerca de su talento, pues privilegia los continuos cambios y apariciones sorprendentes en vez de profundizar en alguna de sus facetas, pero es comprensible que optase por ese camino ante una cita tan crucial. En fin, hay que reconocer que es espectacular y variado, y que el fondo de armario de Jay-Z es muy amplio, pues si no he contabilizado mal, aparece con cuatro vestuarios diferentes.

Nota: según la web Box Office Mojo, la referencia para conocer la recaudación cinematográfica, el único país, además de Estados Unidos, en el que se estrenó Fade to black fue España. No sé si esos datos son ciertos, porque en la base de datos del Ministerio de Cultura no aparece la ficha del film, pero según Box Office Mojo, se estrenó el 30 de Marzo del 2007, estuvo poco más de un mes en cartel y sumó unos 20.000 espectadores, que no está nada mal para un documental musical. En fin, no deja de ser curioso que ningún otro país europeo distribuyese el film, pues otros tienen más tradición en materia de hip hop. En Estados Unidos, en cambio, Fade to black tuvo una acogida comercial muy pobre, recaudando menos de medio millón de dólares el primer fin de semana (por poco no figura ni entre los 20 largometrajes más vistos) y cayendo estrepitósamente las semanas sucesivas. En total, sólo estuvo ocho semanas en cartel, de modo que o los seguidores de Jay-Z no son muy cinéfilos o prefirieron esperar a la salida del DVD.

Reseña Panorama
Puntuación
6
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